Proceso Creativo
Durante el semestre, guiadas por la maestra María Adelaida Palacio, emprendimos una investigación colectiva en torno a una pregunta esencial: ¿dentro del teatro colombiano, en cuáles hombros nos sostenemos?
A partir de ese punto de partida, nos entregamos a la experiencia viva del teatro. Cada jueves fuimos juntas a ver una obra, y con ella llegó también el ritual: el antes —el parche, la conversación, la intriga— y el después —el eco que quedaba flotando, las preguntas, las imágenes que se nos quedaban pegadas, o tal vez, el simple hecho del ‘nada’.
Y el proceso no se limitó a esta experiencia.
Al comenzar el semestre, nos dividimos en grupos para hacer un mapeo amplio de los teatros de la ciudad. Fue una forma de acercarnos al panorama escénico actual desde la investigación directa, reconociendo la diversidad de espacios, estéticas, trayectorias y apuestas que habitan Bogotá. A cada grupo se le asignó un teatro para estudiar a fondo, y luego tuvimos jornadas de presentación donde cada equipo, por un día, se convirtió en el encargado de dictar la clase y compartir sus hallazgos. A mí y a mis compañeros nos correspondió el Teatro La Candelaria, con toda la fuerza simbólica e histórica que conlleva el nombre de Santiago García.
Investigar sobre La Candelaria fue acercarnos a una de las raíces más profundas del teatro colombiano contemporáneo. Su filosofía de creación se basa en el trabajo colectivo, una forma de producción escénica que rechaza la lógica jerárquica tradicional para dar lugar a un proceso horizontal, donde la dramaturgia nace desde el ensayo, el diálogo y la improvisación entre actores, actrices, director y todo el grupo.
Esta clase fue una forma de observar, de escuchar y de dejarnos tocar por lo que se hace hoy en nuestras salas, por los cuerpos, las palabras, las memorias que habitan nuestro teatro. Como parte del proceso, escribimos reseñas de cada obra. Más que un ejercicio académico, fueron intentos de capturar algo de lo vivido, de nombrar lo que nos movió, de seguir la pista a esos lenguajes que nos hablan desde lo profundo.
Las reseñas que aquí comparto son fragmentos de ese recorrido. Una búsqueda que fue compartida y que sigue abierta y rescribiendose;
una y otra vez,
y otra y,
una vez mas.
Juanita Jacobsen










